El aluminio es un metal no ferromagnético, que por sus caracteristicas es ideal para el uso en la construcción de esta bobina industrial para la deteccción de metales. En su interior está alojada la bobina de nailon, nilón o el nombre comercial nylon. Se trata de un material termoplástico que ofrece excelentes propiedades mecánicas, térmicas, químicas y eléctricas, así como una gran resistencia frente a los impactos.
En este espacio muestro algunas de las piezas realizadas mediante el proceso de mecanizado de una bobina para detección de metales de uso industrial. Los materiales empleados fueron el aluminio y el nylon. Estas bobinas se diseñaron especialmente para la detección de gran variedad de metales, como hierro, cobre, aluminio, plomo, estaño y algunos aceros inoxidables.
En esta imagen se muestran la carcasa y la tapa que alojarán en su interior a la bobina. En la carcasa de aluminio repulsado se mecanizaron los orificios donde se insertaron los componentes electrónicos. En la tapa se pueden ver los agujeros de sujeción del conjunto.
El aluminio es el material apropiado para este tipo de piezas, debido sobre todo a su impresionante conductividad térmica, ya que permite que el calor que se genera mediante el proceso de mecanización se disipe rápidamente. Además, al tener una baja densidad, la inercia en las piezas de aluminio torneado es mucho menor que si se emplease otro tipo de material.
Para la construcción del carrete BDM 100 se utilizó barra hueca de nailon, mecanizando su interior a 85 mm y su exterior con diferentes niveles para el inducido eléctrico. Se eligió este plástico técnico por ofrecer una gran resistencia a la mayoría de agentes químicos, además de presentar una excelente toleracia frente al desgaste y muy buena resistencia mecánica. Por estos motivos es ampliamente utilizado en la industria y la ingeniería. Este carrete que muestro se utilizó para el bobinaje que luego fue recubierto por una carcasa de aluminio repulsado que nos proporcionó el cliente.